He creído que sería interesante ver dicha evolución para saber donde estamos. Los resultados para Benahavís se pueden ver en la tabla adjunta.
En resumen, la evolución es clara. Durante los años pre-crisis, los promotores ponían muchas propiedades en el mercado que se vendían. Los compradores siempre prefieren comprar propiedades nuevas, en aquella época había mucho donde elegir y el precio no era el problema principal porque los precios seguían subiendo y nadie podía imaginar lo que se venía encima. La conclusión es que la mayoría de lo que se vendía era nuevo. Sin embargo, desde 2009, la situación ha cambiado radicalmente. La mayoría de las nuevas promociones ya estaban terminadas en ese año y los promotores eran todavía reacios a bajar los precios para ajustarse al nuevo mercado a la baja. Debido a la importante bajada de los precios, es más fácil para un propietario particular ajustar su precio al mercado que para una promotora inmobiliaria que, en teoría, tiene que producir beneficios y que, en la mayoría de los casos, tiene financiación de un banco que no esta dispuesto a aceptar fácilmente una quita en sus créditos. Al final, los promotores han tenido que bajar para ser capaces de vender y desde entonces el stock de nuevas propiedades cada vez es menor porque solo unos pocos promotores, y principalmente Taylor Wimpey en Los Arqueros, esta poniendo nuevas propiedades en el mercado. La conclusión es que, ahora, la mayoría de las propiedades que se venden son de segunda mano.